Desde el primer homínido, el hombre ha ido evolucionando gracias a una serie de cambios en su especie, esto fue conocido como el proceso de hominización. Algunos de los cambios fueron los siguientes:
La marcha bípeda (poder caminar con
dos pies). Esta forma de moverse provocó una serie de modificaciones
imprescindibles: una columna vertebral con curvaturas, que permite que
el centro de gravedad del cuerpo describa al andar casi una recta, una pelvis
ancha, una rodilla que puede doblarse en un solo sentido, un hueso del talón
alargado y un pulgar del pie largo y alineado con el resto de los dedos de los
pies. La marcha bípeda permitió liberar las manos, que se convirtieron
en instrumentos muy sensibles, capaces de manipular los objetos de forma muy
precisa. En la mano humana, destaca el pulgar, que es alargado, puede rotar con
bastante libertad y puede oponerse al resto de los dedos de la mano.
La cara y los dientes. Todos los grandes simios están dotados de enormes
caninos (colmillos) que destacan del resto de los dientes. A medida que
avanzamos en el proceso de hominización, observamos que los caninos van
reduciéndose de tamaño. Además, los dientes que sirven para masticar han ido disminuyendo su tamaño progresivamente. Estos cambios
provocan una disminución del tamaño de la cara y de las mandíbulas.
Tamaño del cerebro. La mayoría de los seres humanos actuales tiene una capacidad craneal
entre 1.300 y 1.500 cm3.El aumento
del tamaño del cerebro ha permitido la evolución cultural y
técnica del ser humano.
La adquisición del lenguaje
articulado.El lenguaje
articulado permitió transmitir
información concreta de modo instantáneo.
A lo largo de la historia podemos establecer unos grandes saltos evolutivos en los homínidos, que dieron lugar a la aparición de nuestra especie. Estos eran los siguientes:
Australopithecus
Este tipo de homínido prosperó en las sabanas
arboladas del este de África
entre 4 y 2,5 millones de años atrás con notable éxito
ecológico.
Su desaparición se ha atribuido a la crisis climática
que se inició hace unos 2,8 millones de años y que
condujo a una desertificación de la sabana con la consiguiente
expansión de los ecosistemas abiertos, esteparios. Como
resultado de esta presión evolutiva, algunos Australopithecus
se especializaron en explotar productos vegetales duros y de escaso
valor nutritivo, desarrollando un impresionante aparato masticador,
originado a Paranthropus;
otros Austrlopithecus se hicieron paulatinamente más
carnívoros, originando a los primeros Homo.
Homo Habilis
Clásicamente se consideran como perteneciente al género
Homo los hominidos capaces de elaborar herramientas de piedra. Las primeras herramientas eran muy simples y se encuadran en la
industria
lítica conocida como Olduvayense
o Modo 1.
De esta fase se ha descrito dos especies, Homo
rudolfensis y Homo
habilis, que habitaron África
Oriental entre 2,5 y 1,8 millones de años atrás,
que a veces se reúnen en una sola. El volumen craneal de estas
especies oscila 650 y 800 cm³.
Homo heidelbergensis
Es una especie extinta del género Homo,
que surgió hace más de 500.000 años y perduró
al menos hasta hace 250.000 años. Eran individuos altos (1,75
m) y muy fuertes (llegarían a 100 kg), de grandes cráneos
(1.350 cm³) muy aplanados con relación a los del
hombre actual, con mandíbulas salientes y gran abertura nasal.
Se le dio el nombre porque los primeros fósiles fueron
descubiertos cerca de Heidelberg
(Alemania).
Homo Erectus
Es sin duda la etapa más confusa y compleja de la evolución
humana. El sucesor cronológico de los citados Homo
rudolfensis y Homo
habilis es Homo
ergaster, cuyos fósiles más antiguos datan de
hace aproximadamente 1,8 millones de años, y su volumen
craneal oscila entre 850 y 880 cm³.
H. ergaster que permanecieron en
África inventaron un modo nuevo de tallar la piedra, más
elaborado, denominado Achelense
o Modo 2.
Se ha especulado que los clanes
poseedores de la nueva tecnología habrían ocupado los
entornos más favorables desplazando a los tecnológicamente
menos avanzados, que se vieron obligados a emigrar.
Homo Sapiens
Los fósiles más antiguos de Homo sapiens datan de
hace unos 200.000 años (Etiopía).
Homo sapiens siguió su expansión y hace unos
45.000 llegó a Europa
Occidental (Francia);
paralelamente, el Hombre de Neanderthal se fue retirando, empujado
por H. sapiens, a la periferia de su área de distribución
, donde desapareció hace unos 28.000 años.
En cuanto al llamado Hombre de Cro-Magnon corresponde a las poblaciones de Europa Occidental de la actual especie Homo sapiens.
Homo Neanderthal
El
Hombre de Neanderthal surgió y evolucionó en Europa
y Oriente Medio
hace unos 230.000 años, presentando claras adaptaciones al clima frío de la época
(complexión baja y fuerte, nariz ancha).